abril 14, 2005

14 de diciembre de 1999

...Vino por el día, la vez anterior me dejó su teléfono celular, así que yo lo andaba trayendo. Qué alegría fue verle acercarse por ese camino de tierra que parecía un desierto que nunca terminaba.
Pasamos el día juntos, nos fuimos a Doñihue y esa tarde no fui a clase. Incluso vimos algunas casas las cuales nos gustaban para formar la nuestra.
Pero eran ya las 7 de la tarde y tenía que irse. Volver a Santiago para, a la vez, volver a Temuco. Un último beso nos dimos en los baños del terminal (no había otro lugar)
Tomó el bus y se fue. Yo, hecho un mar de llanto que a duras penas podía contener. La pena era enorme. Fue la última vez que nos vimos.
La relación era imposible, la distancia insana, el amor demasiado.
De eso han pasado más de 5 años.
Uno de esos días -porque han existido días en que me he acordado de su persona- pensé que algo podía buscar de información en la Internet... hasta esta noche.
Encontré lo que buscaba, o lo que podía encontrar. Una fotografía en las páginas sociales de un diario sureño, en compañía de la persona que tiene el actual calificativo del que yo tuve en algún momento.
Fue un reencuentro virtual. No sé si sabrá de mí, pero al menos me dio gusto de verle. Eso sí, me gustaría contarle todo lo que ha pasado en estos cinco años. Contarle que todo ha cambiado y que también he logrado ser relativamente feliz.
Contarle que tengo terror de ir algún día a Temuco y que nos encontremos en una calle de esa ciudad. Que para mí Temuco=GT (sus iniciales)
Contarle que aunque la foto es del miércoles 12-may-2004, aun me es familiar su rostro
Contarle que todo ha cambiado, y supongo que allá en el sur... también.